A través de los pájaros, a través del fuego, pero no a través del cristal - Yves Tanguy

A través de los pájaros, a través del fuego, pero no a través del cristal - Yves Tanguy

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Autor: Yves Tanguy
Título: A través de los pájaros, a través del fuego, pero no a través del cristal
Título inglés: Through Birds Through Fire But Not Through Glass
Ubicación original: Minneapolis Institute of Art, Minneapolis, EE. UU.
Año: 1943

En 1943, Yves Tanguy plasmó en "A través de los pájaros, a través del fuego, pero no a través del cristal" un universo donde la lógica se disuelve y la forma deja de estar atada a la realidad. Cuatro años después de su llegada a Estados Unidos, Tanguy trasladó su visión surrealista al otro lado del Atlántico, creando paisajes espectrales donde el tiempo y el espacio parecen desvanecerse. La obra, pintada en su estudio en Woodbury, Connecticut, representa un mundo indefinido de figuras orgánicas que flotan entre sombras y luces irreales, como si fueran vestigios de un sueño imposible de reconstruir.

El título evoca una progresión de elementos atravesables hasta llegar al vidrio, una barrera invisible pero infranqueable. Esta metáfora puede interpretarse como un reflejo de la guerra que azotaba Europa en ese momento: los conflictos humanos podían destruirse entre sí como el fuego consume la madera o los pájaros cruzan el cielo, pero había límites que ni la violencia ni la voluntad podían romper. En su exilio, Tanguy encontró en el surrealismo no solo un lenguaje pictórico, sino una manera de reconstruir una identidad desgarrada por la guerra.

A diferencia de los surrealistas más narrativos como Dalí, cuya obra buscaba escenas reconocibles, Tanguy optó por estructuras que parecían flotar fuera del tiempo, como reminiscencias de un pensamiento primitivo o recuerdos de un sueño olvidado. Su uso de gradientes suaves y sombras difusas anticipó la experimentación de los artistas del expresionismo abstracto, como Mark Rothko, quienes encontraron en el color y la forma indefinida un camino hacia la introspección.

El surrealismo, movimiento al que pertenece esta obra, nació como una respuesta al dadaísmo, buscando no solo la rebelión contra la razón, sino la exploración profunda del subconsciente. Tanguy llevó esta premisa más lejos que muchos de sus contemporáneos, evitando las formas figurativas y transformando el lienzo en un espacio de meditación. Su técnica precisa, casi quirúrgica, le otorgó un aire de irrealidad tangible, como si sus mundos solo existieran en un estado intermedio entre la vigilia y el sueño.

Pintado hace ya 80 años, esta obra maestra del biomorfismo sigue siendo una de las composiciones más intrigantes del siglo XX. En un momento en el que la humanidad enfrentaba su propia fragilidad, Tanguy ofreció una imagen de un mundo que, aunque irreal, contenía una verdad profunda: la mente humana es un territorio sin fronteras, y a veces se puede recorrer un poco de ella mirando hacia afuera, hacia lo infinito.