
Bárbaro después de la caza - Rosa Bonheur
Autor: | Rosa Bonheur |
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Título: | Bárbaro después de la caza |
Título inglés: | Barbaro after the Hunt |
Ubicación original: | Philadelphia Museum of Art, Filadelfia, EE. UU. |
Año: | 1858 |
En "Bárbaro después de la caza" (1858), Rosa Bonheur rompe con la tradición pictórica que glorificaba la caza y centra la atención en la fatiga y vulnerabilidad del perro de rastreo. En esta obra, el animal (Bárbaro) un grifón vandeano grande originario de Francia, aparece encadenado a la pared, con las orejas caídas y el cuerpo visiblemente exhausto, en un estado de descanso obligado más que voluntario. La mirada apagada y la cadena al cuello del perro sugieren que no se trata solo de una pausa física, ni tampoco voluntaria, sino sobre todo de un agotamiento emocional.
El realismo en esta pintura se manifiesta en la precisión del pelaje, que combina tonos blancos y ocres para reflejar la textura áspera del animal después de la jornada de caza. Bonheur aplica una pincelada suelta pero controlada en las áreas de luz y sombra, logrando un efecto de tridimensionalidad sin necesidad de artificios. El fondo, austero y monocromático, refuerza la sensación de soledad y abandono, en contraste con la vitalidad que normalmente se espera en una escena de caza.
A diferencia de los retratos de perros que eran comunes en el romanticismo, donde los animales eran símbolos de estatus y poder, Bonheur en esta tela, busca humanizar al perro cazador al presentarlo en su estado más frágil como en "Estudio de dos perros" y haciendo un contraste en este sentido con sus otras composiciones como "Metamort y Flambeau" o "Un sabueso limier briquet". Este cambio de enfoque influyó en la representación animalista posterior, donde la relación entre el animal y su entorno adquirió una dimensión más introspectiva. Pintores como Edgar Degas aplicarían este mismo principio en sus estudios de caballos, alejándose de la idealización para mostrar el esfuerzo y el cansancio de los cuerpos en movimiento.