Estudio de dos perros, Rosa Bonheur

En "Estudio de dos perros" (pintado en algún momento entre 1860 y 1880), Rosa Bonheur nos presenta un retrato sobrio y detallado de dos grifones vandeanos grandes, que contrasta con el brillo y contraste de "Bárbaro después de la caza". Esta raza cazadora típica de Francia en el siglo XIX, tenía su equivalente en Inglaterra en los famosos pointers ingleses, los cuales ella también retrató en composiciones como "Metamort y Flambeau" o "Un sabueso limier briquet". A través de una composición sencilla, Bonheur captura la naturaleza tranquila de los animales, centrándose en la individualidad de cada uno. El perro blanco, con su pelaje áspero y su expresión paciente, se sienta en primer plano, mientras que su compañero, de tonos más oscuros, parece retirado en segundo plano, observando con una actitud reservada.

El uso de colores neutros en el fondo refuerza la atención sobre la textura del pelaje, trabajado con pinceladas sueltas pero controladas, características del realismo. A diferencia de la tradición pictórica de las escuelas europeas de arte hasta ese momento, donde los perros de caza eran representados en plena acción o acompañando a sus dueños, Bonheur les otorga una autonomía visual que los convierte en sujetos de la composición por sí mismos. Su enfoque recuerda el de los naturalistas científicos, quienes documentaban la anatomía animal con precisión para su estudio y conservación.